¿Cuánto te pagaron por renunciar a tus sueños?
- Mauricio Constantino
- 30 jul 2015
- 2 Min. de lectura

Es interesante saber que la mayoría de las personas cree que todos van a fracasar en sus sueños, que sólo algunos pocos pueden cumplir con aquellas metas que se propusieron al principio. Dicen cosas como: "Con el tiempo se le pasará", "no llegará muy lejos", "cuando despiertes descubrirás que sólo era un sueño". La cuestión es que dicen eso porque en algún momento se dijeron así mismos que no valía la pena seguir luchando por aquel sueño, se pusieron tan difíciles las cosas que tuvieron que abandonar, alguien les hizo ver que nunca lo lograrían y lo creyeron, pero muchos, creyeron que no tenían lo suficiente para lograrlo.
Muchos viven sin ánimos de levantarse a trabajar, lamentándose por ser lunes, viven como si no hubiera colores para su vida, viven en una escala de grises, sin matices, sin emociones y sin aventura. Hay personas que se les ha muerto una parte en ellos debido a que en algún momento sus sueños fueron vendidos por un sueldo mensual, arrebatados por la necesidad de salir de las deudas, por la responsabilidad prematura de mantener a una familia, obligados a trabajar en algo que no les gusta a consecuencia de una crisis financiera.
Los sueños son vendidos al mejor postor porque nunca se volvieron metas y cuando las metas se trazan y se persiguen muchas veces no se sabe como alcanzarlas.
Nunca es tarde para perseguir tus sueños, para trazarte aquellas metas que te dan sentido, que te dan vida, que te animan y sobretodo que hacen que saques lo mejor de ti. Tan sólo hace falta que creas lo suficiente para ponerte una meta, que creas que se puede lograr y que con trabajo duro se puede lograr.
El coaching es una herramienta para que tus sueños hechos metas se logren, por medio de una conversación intencional y dirigida, podrás descubrir la ruta para alcanzar tus metas, podrás ver resultados sorprendentes, descubrirás que los obstáculos que pensaste que eran lo más importantes no eran tan grandes y que sólo se necesitaba de dar un pequeño paso firme para lograr ser lo que siempre has soñado ser.
El dinero o el éxito nunca podrán sustituir la satisfacción de lograr alcanzar aquellos sueños hechos meta. El tener un prestigioso puesto y un gran sueldo te darán comodidad pero nunca sentido, tendrás de todo y a la vez habrás perdido lo que vale la pena. El dinero y la fama nunca podrán hacerte sentir esa sensación de plenitud.
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